Sopa picante japonesa


     Como ya os puse el otro día por Facebook y Twitter, es la mejor sopa que he hecho en toda mi vida. Como veis es un poco tipo ramen así que la he llamado japonesa, pero llámala como te dé la gana. Fue un poco improvisada, pero de veras que no creo que me vuelva a salir nunca nada tan delicioso. Tiene unos pocos de ingredientes pero puedes cambiar muchos. Hazla a tu manera.

     La tuve que comer con cuchara y con tenedor. No es que sea monguer (bueno, puede que un poco sí) es que los fideos chinos son difíciles de comer sólo con una cuchara. Si tú eres capaz, ole tú. 

DIFICULTAD:

¿No has leído que fue improvisada? Sale riquísima casi sin querer.


INGREDIENTES:

  • Un par de puerros
  • Media cebolla
  • Dos zanahorias 
  • Una patata
  • Unos cuantos rabanitos (los puse porque los tenía, no te agobies que los puede obviar)
  • Dos pastillas de caldo
  • Un chorrete de salsa de soja
  • Media guindilla fresca. Si no la encuentras, usa de la seca.
  • Una cucharadita de jengibre en polvo. Puedes usar el fresco y rallarlo si prefieres
  • Un trasero de pollo o unas alitas de pollo. Algo con hueso pero que tenga chicha.
  • Fideos japoneses para sopa. Los encuentras en cualquier sitio. Y si no, usa espaguetis finos o fideos de toda la vida. Tampoco vamos a hacer un mundo de esto.
  • Pimienta negra, sal y aceite de oliva.


PREPARACIÓN:
  1. Lo primero que vas a hacer es picar toda la verdura de la forma y del tamaño que quieras. Te recomiendo que no sea demasiado grande, que luego hay que comerla de bocao'. (Obviamente, tendrás que pelar la patata y la zanahoria, no seas cazurro). Si vas a usar los cuartos traseros pártelos en trozos más pequeños, pero si usas las alitas o algo por el estilo, puedes dejarlas enteras.
  2. Pon en una olla un chorretón de aceite de oliva y ve metiendo la verdurita para que se rehogue un poco. Mete también el pollo. Una vez haya cogido un poco de color (un poco nada más) cubre todo con agua del grifo -O embotellada si eres un finolis-. Ponle las dos pastillas de caldo, la guindilla troceada, la cucharadita de jengibre en polvo, el chorrete de salsa de soja, pimienta negra molida y sal. Es importante que le des el punto de sabor que te guste. Recuerda que cocinas para ti.
  3. Deja que hierva todo y que cueza un ratejo. Necesitamos que el pollo se haga por dentro y que las verduras se cocinen. 
  4. Prueba el caldo y mira si te gusta, necesita más sal o te has pasado con el picante y tienes que rebajarla con más agua. Ve probando y probando.
  5. Saca el pollo cuando esté cocinado y desmígalo con tus propias zarpas. Pártelo en trozos del tamaño de las verduras y vuélvelo a meter en la olla.
  6. Por último y justo antes de comer echa los fideos y sigue las instrucciones del paquete. Es como cocer pasta, no te asustes. Y listo.

     El regusto picante de la guindilla y el jengibre, es el justo. Es ese picante que se va de tu boca pasados unos segundos. Cómete un buen plato de esta deliciosa sopa, reparte entre tus compañeros de piso y mete el resto en tuppers para congelar y tener para otro día.

      No te agobies por ver tanto ingrediente. Sale superbarata y es muy fácil. Las cosas así que no se suelen tener como el jengibre, te recomiendo que lo compres. El botecillo de esta raíz molida no llega al euro en el super, y te sirve para infinidad de ocasiones. Bueno, infinitas no, pero tú ya me entiendes.

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