¿Cómo hacer el sandwich de queso perfecto?



     Señores, hemos vuelto. Nuestros exámenes se han acabado y podemos decir que hemos escapado bastante bien. Como pudisteis ver por nuestras redes sociales (es las que sí hemos seguido activos) el otro día hicimos un pedazo de sándwich de queso que bien se merecía un monumento en la plaza de cada pueblo. Podéis ver el vídeo que hice pinchando en el enlace.

     Podéis pensar que hacer un sándwich es muy fácil. Y sí, lo es. Pero os voy a dar unos consejos para que os quede PERFECTO. Así que venga, estad atentos que son muy poco truquillos.

DIFICULTAD:

Después de esto hay una posibilidad de que te vuelvas vegetariano. Un vegetariano que sólo come sándwich de queso y patatas fritas.


INGREDIENTES:

  • Dos rebanadas de pan de molde. Piensa que cuanto mejor sea tu pan, mejor será el resultado final.
  • Una cucharadita de mantequilla.
  • Queso. Luego hablaremos un poco más de esto.
  • Salsa Perrins (salsa Worcestershire) para acompañar. Esto es algo que a mí me encanta, pero es opcional. -Ya tú sabes-

PREPARACIÓN:
  1. Lo primero que vamos a hacer es hablar un poco sobre el queso perfecto. Puedes usar infinidad de quesos. Usa el que más te guste, pero siempre pensando que tiene que ser un queso que funda bien. Es decir, podemos meter varios tipos de queso sin ningún problema. Por ejemplo, puedes ponerle gouda, edam, mozzarella, havarti, cheddar normal o cheddar curado (para que nos entendamos, el naranja de las películas o el amarillo) -mucho mejor el amarillo, dónde va a parar...-. Eso sí, al que vea meterle un tranchete de mieerrrrrrda a este delicado manjar, le troncho, le estroncio y le escojoncio. "Cuidaito conmigo". Pero de buen rollo. También es importante que el queso esté a temperatura ambiente y no salga directo de la nevera. Déjalo reposar un poco en la encimera para que se atempere.
  2. Dicho esto, vamos a la receta. Montamos el sándwich con una buena cantidad de queso. A mí me gusta ponerle gouda y cheddar curado. Y si tengo, le meto también mozzarella. Ya sabéis, el que tengáis y el que os guste.
  3. Poned en un sartén pequeña y plana una cucharadita de mantequilla. ES IMPORTANTE CONTROLAR LA TEMPERATURA. De verdad, el truco para que quede como el de la foto es la TEMPERATURA. Lo debemos poner a un fuego muy suave. Para que os hagáis una idea, yo lo pongo al 3 sobre 9.
  4. Una vez se haya fundido la mantequilla poned el sangüis encima de la sartén y dejad que se dore. No tengáis prisa, filibusteros míos, que lo bueno tarda un poco más. Puede tardar unos 4 minutos por cada lado.
  5. Si veis que al darle la vuelta no queda mantequilla en la sartén, siempre podéis ponerle un poco más y esperad que se funda.
  6. Y ahora lo más importante de todo y donde la mayoría de la gente la caga. No lo partas con un cuchillo. Si lo haces, el queso se partirá y no verás los hilos de queso fundente que tanto nos gustan. Pártelo con las manos rompiendo el pan calentito y crujiente. -Escuchad el audio del vídeo porque no tiene desperdicio-
  7. Si te gusta, puedes acompañarlo de una gotas de salsa Perrins. Eso ya a tu gusto.


     Como veis, es una receta muy sencilla, pero que con algunos truquillos puedes obtener un resultado muy pro. Es perfecto para una cena o una merienda si te has venido arriba (no te juzgo).

     En resumidas cuentas. Buen queso, buena temperatura y sin prisa. En eso consiste la clave para hacer el sándwich de queso definitivo. Y como siempre, a cocinar, filibusteros, que el mundo se va a acabar.

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